Tenía que llegar, y llegó. El momento de la frenada, del relax, de la desconexión de largos viajes. De Alicante a Moscú. De Moscú a Bangkok. De Bangkok a Chiang Mai. De Chiang Mai vuelta a Bangkok. De Bangkok, otro avión hasta Krabi. De Krabi, un ferry de 2 horas hasta… ¿el paraíso?, seguramente para muchos lo sea. Y no seré yo quien niegue lo evidente. Las islas Phi-Phi son un paraíso natural. Pero como las personas que realmente me conocen saben, este tipo de turismo no es lo que a mí me va.
Pero teníamos que parar en algún sitio y desconectar de tantísimas horas de viajes (según mis cuentas, unas 39 horas en menos de dos semanas). Y el lugar cumplió ese cometido. Descansamos y disfrutamos a partes iguales, aunque por momentos se me olvidara que estaba en una isla tailandesa, en vez de en cualquier barrio de Amsterdam, Londres o Berlín.
Llegamos a Phi Phi con las previsiones climáticas en contra. Vaticinaba tormentas durante los cinco días que teníamos planeado estar en las islas. Aun así, cancelarlo todo nos salía muy caro, así que decidimos arriesgarnos a ir. Decisión acertada donde las hubiera, a pesar que llover, llovió, y mucho, pero sólo por la noche.
Como digo, sólo nos llovió durante la noche, así que pudimos aprovechar y disfrutar de las mañanas y tardes al máximo. A continuación resumiré más o menos lo más destacado que se puede hacer, o que hicimos nosotros al menos, en las islas Phi Phi.
DESCANSAR, POR SUPUESTO
Además de abandonar la «maravillosa» costumbre de dormir 3-4 horas al día, y volver a lo que mandan los cánones (entre 7 y 8 horitas), nos dejamos caer por algún establecimiento de masajes donde probé por primera vez el «masaje/limpieza de pies» a través de estos curiosos peces que se comen todas las impurezas.
Como no puede ser de otra manera, las playas de Phi Phi se prestan generosamente a la tarea de ofrecer un descanso y una desconexión digna de experimentar. Tanto dándote un baño en sus cristalinas aguas, como tumbándote por unos momentos en una de sus famosas hamacas con el mar de fondo, el descanso está garantizado.
SALIR DE FIESTA EN PHI PHI
Tampoco perdimos la oportunidad de probar la fiesta en la isla, tanto de día como de noche. Las bebidas no eran tan caras como yo pensaba en un principio: 100baths (3€) las cervezas, y 180baths (5,40€) los cócteles. Eso sí, para la gente con poco sake, cuidado con el alcohol tailandés (cócteles, copas…), yo desperté ebrio después de una noche de fiesta habiendo dormido 6 horas.
Por las noches nos acercamos a las fiestas que se organizan frente a la playa, cerca del famoso hostal «Ibiza Pool Party». Y durante la tarde siempre hay garitos abiertos desde bien temprano donde comenzar la fiesta.
TOURS EN BARCOS Y BARCAS
Si hay algo que me parece imprescindible en Phi Phi, es realizar un «tour» en barco, o barca a motor, alrededor de las islas y sus diferentes playas. Puedes negociar el recorrido, la duración, y por supuesto el precio con cualquiera de los barqueros que encontraras por casi toda la isla. Nosotros, a base de regatear y negociar con unos de ellos, conseguimos rascar un tour de 4 horas por 1600baths (48,03€), con el siguiente recorrido: Long beach, Monkey beach, Tam Viking (Viking cave), Pileh Bay, Loh Samah Bay y Maya Bay.
Próximamente escribiré una entrada relatando la mala experiencia que tuvimos con los Macacos de Monkey Beach, los cuales pueden transmitir la rabia en un alto porcentaje si te muerden o arañan. De momento tan solo ocupa recomendar que no se les toque bajo ninguna circunstancia, por «mansos y simpáticos» que parezcan.
Por tan sólo 12€ por persona, alquilamos una barca a motor para nosotros durante 4 horas. Con la flexibilidad de poder cambiar de sitio o estar el tiempo que quisiéramos en cada lugar del tour.

Además de los tours en barcos y barcas, en Phi Phi puedes hacer muchísimas otras actividades como alquilar un Kayak durante horas por un precio aproximado a los 3€ la hora (incluso menos si lo negocias), buceo, esnórquel, excursiones…
CIRCUITO POR LOS 4 VIEW POINTS (MIRADORES) DE LA ISLA
Los View Points (o miradores) de la isla son un recorrido bastante popular y recomendable para todo aquel que se aventura en Phi Phi. Imprescindibles si se quiere obtener unas buenas vistas desde lo más alto de la isla.

Nosotros los dejamos para el último día (y así quemar todas las toxinas de los días de fiesta anteriores, jeje), y fue un recorrido muy recomendable e interesante por la parte menos explotada de la isla. Tanto fue así, que nos recorrimos prácticamente la isla de punta a punta, llegando hasta el pico del borde superior de la misma, lo que nos llevó un par de horas caminando por medio de la selva de Phi Phi.
Los precios a pagar durante el recorrido son 30baths (0,90€) en el View Point 1 y 40baths (1,20€) en el View Point 3. A la vuelta, sobre las 3 de la tarde, no habiendo encontrado en el resort con «playa privada» en el que terminamos ningún barquero que nos devolviera a nuestra parte de la isla por menos de 800baths (24,03€) (precio que yo no estaba dispuesto a pagar por un trayecto de 20 minutos, menos aún cuando el día anterior pagamos 1600baths por 4 horas enteras de tour en el mismo tipo de barca a motor). Decidimos volver caminando por donde habíamos venido. Como nos teníamos, la tormenta nos cogió de lleno. Tuvimos que lidiar con ella para poder volver caminando por mitad de la selva otra vez, con sus correspondientes barrizales, torrentes, etc.
Recorrer todo el circuito por los 4 View Points te llevará unas 4-5 horas, haciendo algunos descansos para contemplar las vistas y demás. Ida y vuelta. Puedes comprar agua y refrescos en las paradas del camino.
TATUAJES EN PHI PHI
Jamás he visto tantos estudios de tatuaje juntos en un espacio tan reducido. Básicamente te encuentras uno cada 20 pasos que andas por la isla. La mayoría transmiten sensación de limpieza y profesionalidad, pero también nos topamos con algún otro que transmitían lo contrario. Los precios más o menos están pre-establecidos y no varían mucho unos de otros. Según lo que nosotros vimos, no son mucho más baratos que lo que podría costar un tatuaje en España. Además, al estar tan sobrados de trabajo (¿todo el mundo se tatua en Phi Phi, o qué?) no sirve de mucho negociar con ellos, puesto que apenas rebajan el precio. Eso sí, cuentan con el hándicap del famoso método de tatuaje «con caña de bambú», que al parecer es casi indoloro y bastante benigno para la piel.
Resumiendo la estancia en Phi Phi: disfrutamos y aprovechamos nuestros cinco días probando los diferentes aspectos que ofrece la isla. Si lo que quieres es conocer la cultura y las tradiciones tailandesas, por supuesto aquí no las vas a encontrar. Si buscas unas vacaciones «tradicionales» donde disfrutar de playas paradisíacas y fiesta diaria con buen ambiente, Phi Phi es una opción muy válida para ello. Los precios son relativamente baratos (si los comparamos con otros lugares de Europa o incluso Sudamérica).