Mi visita de tres días por los templos de Angkor

Hasta que uno no se encuentra enfrente del ordenador, pensando durante quince, veinticinco, cuarenta y cinco, SESENTA MINUTOS, cómo abordar la imponderable tarea de emitir una valoración crítica (sea esta positiva o negativa), del que ha sido considerado como el templo más grande jamás construido por el ser humano, uno ni se imagina lo complicado que puede resultar dicha empresa. Repito lo que acabo de decir, por si alguno andaba despistado: Angkor Wat es considerado hoy en día el templo más grande jamás construido por el ser humano. ¿Entendéis ahora el alcance de lo que supondría emitir un juicio de valor sobre semejante lugar, habiendo tenido encima la «osadía» de plantarme allí, sin haber estudiado antes un ápice de la historia del imperio jemer? Ya respondo yo por vosotros: sería un tremendo acto de desfachatez.

Bandera de Camboya
El templo de «Angkor Wat» es utilizado como símbolo del país en la bandera nacional de Camboya

Así que no seré yo quien cometa semejante tropelía en este blog. En esta entrada me limitaré a proporcionar alguna información acerca de Angkor, obtenida de diferentes fuentes, y a relatar muy superficialmente lo que pude ver y fotografías en mis tres jornadas de visita en Angkor. Los sentimientos y opiniones que se instalaron dentro de mi, me las guardaré de momento, dejándolas madurar, hasta que me vea con la valentía y con información suficiente para expresar un juicio de valor sobre aquel lugar único.

Amanecer en Angkow Wat
5:25 de la mañana. Esperando el amanecer (con otras cien personas más) frente a Angkor Wat
¡Ya se refleja en el pequeño estanque!
Cien personas y un mismo objetivo
Vista del amanecer en los templos de Angkor

Para empezar diré, que por recomendación expresa de mi colega Rob, que ya había estado visitando los templos de Angkor años atrás, compré el ticket de entrada de tres días, por valor de 62 dólares (55,74€) un poco caro ¿verdad?, eso mismo pensé yo, pero no nos olvidemos tan rápido de lo que he repetido hace dos párrafos.

A eso de las 6:00 de la mañana se abre el acceso para entrar en Angkor Wat

Según tengo yo entendido, existen las siguientes opciones a la hora de comprar los tickets para la visita de Angkor (cabe señalar también, que para la gente local, la entrada es completamente gratis):

  • Ticket de 1 día. Precio: 37 dólares (33,26€) Válido durante el mismo día de compra.
  • Ticket de 3 días. Precio: 62 dólares (55,74€) Válido durante los siguientes 10 días desde el día de compra.
  • Ticket de 7 días. Precio: 72 dólares (64,73€) Válido durante los siguientes 30 días desde el día de compra.

Como es fácil darse cuenta, si somos unos auténticos apasionados de la historia de Angkor, o de Camboya en general, el ticket de 7 días es el que más económico saldría con bastante diferencia. En mi caso, que llegué a la ciudad de Siem Riep con la idea de quedarme allí unos 3 o 4 días (que al final se alargaron hasta 8), me decidí por la opción intermedia.

Pero antes de soltaros toda esta parafernalia, debería responder a una pregunta muy básica: ¿Qué es Angkor?

Pues bien, según la Wikipedia (pues yo de esto me he ido enterando días después de mi visita a tan famoso lugar): «Angkor es una región de Camboya que alojó las sucesivas capitales del imperio jemer durante su época de esplendor. El denominado «imperio angkoriano» dominó el sureste asiático, desde el Mar de China hasta el Golfo de Bengala, entre los siglos IX y XV de nuestra era.«

Y según mi percepción: «Angkor» es básicamente el gigantesco perímetro de más de 200kms2 que alberga los cientos y cientos de templos y monumentos erigidos durante el dominio de dicho imperio, la mayoría de ellos construidos hace más de mil años (antes de ayer, básicamente).

A la izquierda: servidores del bien. A la derecha: servidores del mal. Al fondo, una de las cuatro puertas de Angkor

Sería el primer rey del imperio; Jayavarman II, quien comenzaría con la construcción de los diferentes templos (en honor a familiares y a su propia persona) y que sus sucesores continuarían durante siglos. El más grande y conocido de ellos en la actualidad es «Angkor Wat«. A finales del siglo XVI, tras numerosas guerras y batallas por el trono, la zona se abandonaría por completo a excepción de Angkor Wat, que seguiría siendo habitado por monjes budistas. El resto de templos y monumentos quedarían olvidados durante largo tiempo en la oscuridad de la selva.

Julienz y yo, saltando de alegría en Angkor Wat

Aunque no se sabe a ciencia cierta cuando fue el año del primer descubrimiento de los templos a ojos de los occidentales, pero se dice que fue el francés Henri Mouhot quien en el año 1860 descubrió el lugar de Angkor. Su impresión fue tal que sus palabras quedaron plasmadas en algunos escritos de la siguiente manera: «Uno de estos templos [Angkor Wat], rival del templo de Salomón y erigido por algún antiguo Miguel Ángel, podría ocupar un puesto de honor junto al más bello de nuestros edificios. Es más grandioso que los que nos dejaron Grecia o Roma«.

Majestuosidad en algunas de las entradas de los templos

Ahora, sin más preámbulos ni clases de historia, os mostraré algunos de los templos que pude visitar en el recinto de Angkor, acompañado siempre de mi amigo «Chour», que hizo de conductor y guía al mismo tiempo.

Entre visita y visita, el amigo Chour aprovechaba para estudiar español y así sorprenderme con alguna frase hecha a mi vuelta. ¡Un crack el tío!

✓ Angkor Wat

Angkor Wat

De este templo ya hemos hablado bastante, considerado el templo más grande jamás construido, es una belleza de 5 torres concéntricas de impresionante altura y diseño que te harán estallar la cabeza.

Símbolo e icono principal del país camboyano. Declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1992.

✓ Bayón Temple (también conocido como «el templo de las mil caras»)

Bayon Temple

Este templo está en mi top 3 de los que más me gustaron sin ninguna duda. Los increíbles rostros sonrientes tallados en piedra viva, con ese nivel de detalle, convierten en imposible el no preguntarse «cómo lo lograron» en aquella época.

La concentración de gente en este templo en concreto hizo que me agobiara un poco al no poder echar una foto sin que aparecieran al menos 20 personas de por medio

De este templo salí un poco antes de tiempo debido a la conglomeración de almas que allí nos encontrábamos (súmale el calor camboyano a las 11 de la mañana), frustrándome en muchos momentos al no poder obtener una buena foto. Aún así, la visita mereció muchísimo la pena.

Baphuon Temple

Este también se encuentra en la lista de los templos que más me gustaron. Precedido por un largo y estrecho camino hasta llegar a él, este templo y su diseño me dejaron encantado.

Además, como premio por haber llegado hasta él, podemos disfrutar de unas maravillosas vistas desde la parte posterior (con mucho cuidado al subir, porque los escalones son empinados y con poco fondo).

Como digo, y aprovecho la ocasión para advertir desde aquí, tanto en la subida como en la bajada de casi todos los templos, hay que tener especial cuidado, porque los escalones son empinados en exceso y con muy poco fondo, por lo que al menor tropiezo o despiste nos podemos encontrar cayendo desde 10 o 15 metros de altura escalones abajo.

Ta Prohm

Ta Prohm

Por supuesto, no me podía ir de Angkor sin haber visitado antes el famosísimo templo que apareció en algunas escenas de la primera película de Tomb Raider, con Angelina Jolie como Lara Croft.

A pesar de que estaba atestado de gente, pude hacer unas fotografías medio decentes.

Preah Khan

Preah Khan

Este es otro de los templos en los que podemos ser testigos de la enorme fuerza y energía de la naturaleza al abrirse paso entre construcciones humanas.

En las imágenes podemos ver incluso los grandes muros completamente derruidos por estos gigantescos árboles que poco a poco se los van «comiendo» mientras crecen.

Banteay Srei Temple (o lady temple)

Banteay Srei Temple

Llamado así por ser el único templo del complejo construido por mujeres. Fue construido a finales del siglo X.

Este templo se encuentra a bastante distancia del resto de los demás, aunque no recuerdo exactamente a cuantos kilómetros de Angkor Wat. Construido principalmente con arenisca roja, que le da un tono anaranjado bastante interesante.

Neak Pean

Este pequeño templo, con cuatro piscinas alrededor del mismo, hacía de retiro espiritual del rey en siglos anteriores. Las piscinas servían para limpiar y purificar su cuerpo.

La larga y estrecha pasarela de acceso al templo

Ahora se puede llegar hasta él a través de una larga y estrecha pasarela que han instalado a través del agua del lago, pero en siglos anteriores el templo se encontraba totalmente aislado entre el agua, sólo pudiendo acceder a él en barca.

Pre RUP

Pre RUP

Y la visita de tres días terminaría con un final de los que a mi me gustan, con una bonita puesta de sol. Este fue el templo que con gran criterio Chour eligió para semejante propósito.

El rojo del sol reflejado en una de las torres

A pesar de estar (como casi todos los demás en Angkor) atestado de gente, pude sentarme en un pequeño lugar al borde de la estructura para presenciar el espectáculo.

Y el espectáculo era tal que así…

Estos son, en resumen, los templos principales que compusieron el recorrido de mi visita. Ni por asomo están todos los que son, pero para mí fueron suficientes, pues os aseguro que por muy espectaculares que sean (y lo son), después de cuatro jornadas completas visitando templos de estructuras y diseños similares, uno puede llegar a un punto de cansancio, y hasta de aburrimiento, que no es nada recomendable. Por este motivo, mi recomendación para todo aquel que planee visitar Angkor por más de un día, sería la de no hacer la visita en días consecutivos, mucho mejor dejar al menos un día de por medio para dedicarlo a otras actividades (recorrer la ciudad de Siem Riep, visitar alguno de los «poblados flotantes» en el lago Tonlé, conocer a gente local y charlar sobre sus costumbres, historia y tradiciones…).

Y hasta aquí llega esta entrada de mi paso por Angkor. Posiblemente la que más me ha costado escribir desde que naciera este blog hace ya casi tres meses. Pero es que un lugar tan simbólico como Angkor, el cual estampa en tu corazón sentimientos tan contrapuestos, no es fácil de describir ni tampoco de juzgar…

Atardecer
El atardecer de una increíble visita…
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