Un soplo de aire fresco en el altiplano de Da Lat

Llegamos a Da Lat a las cuatro y media de la mañana. A excepción de unos pocos conductores de «tuk-tuk», que se habían presentado allí para «recibirnos» (y de paso, intentar ganarse unos «dongs»), me encontré en medio de una ciudad desierta. Desierta, y gélida. El termómetro de mi móvil mostraba los 4 grados centígrados que mi cuerpo hacía tiempo había empezado a percibir. Me abrigué con la poca ropa de invierno que llevaba encima y echando un poco de menos el sofocante calor de Saigón, eché a andar con dirección a mi hostal (Friendly Fun Hostel), el lugar con más energía positiva y calidez por parte del staff en el que me he alojado hasta el momento (y ya llevo unos cuantos…).

La más madrugadora de Da Lat
En casi una semana que estuve allí, jamás volví a ver estas calles tan vacías
Los «madrugadores» se contaban con los dedos

Da Lat es una ciudad que se encuentra a 300 kilómetros al noroeste de Saigón. Tras un ascenso de 140 kilómetros por una carretera de montaña, nos encontramos esta curiosa ciudad, enclavada a 1.500 metros de altitud sobre el nivel del mar, entre preciosos paisajes de bosques, montañas y colinas. Debido a dicha altitud, goza de un excelente clima templado la mayor parte del año, lo que la ha convertido en un destacado destino turístico entre vietnamitas y extranjeros buscando huir del sofocante calor y respirar algo de aire fresco y puro mientras disfrutan de la naturaleza.

El tráfico despierta en Da Lat

A pesar de contar con una población aproximada a los 400.000 habitantes, su peculiar diseño y estilo arquitectónico (diseñado por los franceses a principios del siglo XX), formado principalmente por edificios de baja altura, casas y apartamentos individuales, y estrechas calles y avenidas, le dan esa curiosa sensación al viajero de estar encontrándose en un pequeño pueblo de no más de 20.000 habitantes.

La ciudad conserva aún gran parte de su estilo colonial francés, el cual se puede apreciar en algunos edificios y estructuras, diseño urbanístico e incluso «tradiciones y costumbres».

Entrada a una de las villas
Villa francesa
Villa colonial francesa
Jardines de la villa

Da Lat es también un importante y reconocido punto en la geografía vietnamita por contar con una amplísima producción de todo tipo de frutas, verduras, té, café y flores. Las tierras que rodean esta ciudad están plagadas de campos de cultivo e invernaderos, que por un momento me trajeron a la mente la imagen de los invernaderos de El Ejido, en mi tierra, Almería.

Invernaderos Da Lat
Alrededores de Da Lat invadido por los invernaderos
Cultivos en Da Lat
Campos de cultivo e invernaderos
Mi guía vietnamita, que aquel día cumplía 66 años, hecho un chaval

Durante mucho tiempo, vietnamitas de todos los rincones del país emigraron a Da Lat con la intención de trabajar en estos campos de cultivos e invernaderos, y mejorar su calidad de vida. Es debido a esto que la población de Da Lat ha aumentado exponencialmente durante las últimas décadas.

Parada autobuses Da Lat
Parada de autobuses, en el centro de la ciudad

Además de todo esto que cuento, en los alrededores de Da Lat existen unas impresionantes cascadas y cataratas que aunque yo no tuve la oportunidad de ver, son muy recomendables y las tengo pendientes en una futura visita. Se encuentran a unos pocos kilómetros a las afueras de la ciudad, y si vemos las imágenes que se encuentran por internet, podremos comprobar que son impresionantes.

Y como venía sucediéndome durante todo mi viaje, sin planearlo ni saberlo, coincidí allí con un importante evento local que se celebra una vez cada dos años y que congrega una cantidad ingente de vietnamitas llegados de todas partes del país, y también extranjeros. Este evento es conocido como el «Festivas de las Flores» de Da Lat.

Durante cinco días (desde el 20 hasta el 25 de Diciembre) la ciudad se viste de colores con preciosos arreglos florales y espacios ajardinados. Para que os hagáis una mejor idea, os remito a un interesante artículo de un diario vietnamita (en español) donde muestran imágenes y describen el festival mucho mejor de lo que yo podría hacerlo: VISITAR EL ARTICULO.

Decoraciones florales en el lago
Ambiente nocturno tras el evento del festival
Simpática niña vietnamita de 6 años con la que mantuvimos una «seria» conversación, como se muestra en la foto

Pero Da Lat es en verdad una ciudad que tiene muchísimo más de lo que a simple vista puede parecer. En mi caso, no salí demasiado de la ciudad, porque encontré una cantidad de cosas interesantes que hacer en ella (como darme el mejor masaje que me haya dado hasta el momento en el sudeste asiático, por tan sólo 9€), pasear alrededor por los alrededores del lago Da Lat, visitar la antigua estación de trenes de la ciudad, o «volverme loco» con el laberíntico diseño de la Crazy House.

Antigua estación trenes Da Lat
Antigua estación de trenes de Da Lat
Antiguo vagón reconvertido en cafetería

Pero como digo, para los más aventureros y amantes de la naturaleza, los alrededores de Da Lat, a pocos kilómetros en las afueras, están llenos de montañas, cascadas y bosques donde practicar todo tipo de actividades como senderismo, escalada, trekkings, o simplemente alquilarse una de las scooters por 5 dólares al día y recorrerse todos aquellos caminos y senderos tan espectaculares.

Por supuesto, otra interesantísimo plan -y uno de mis preferidos-, es seguir disfrutando de la extensa cultura «cafetera» de Vietnam, sentándose tranquilamente en una de sus muchas cafeterías, y degustando cualquiera de sus diferentes tipos y sabores, mientras observas cómo se desarrolla la vida en aquella ciudad.

Chocolate caliente vietnamita
Chocolate caliente vietnamita, ¡riquísimo!
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