El mundo entero está en cuarentena. Hoy hace 38 días que me encuentro encerrado en un hostal de Kuala Lumpur. Exactamente el mismo en el que me alojé cuando llegue aquí, el 14 de Marzo.
Personalmente, me tomé la cuarentena con objetividad y optimismo, pensando que además de no infectarme con el Coronavirus (Covid-19) y contribuir a no infectar a otras personas, aprovecharía ese tiempo de parón para ponerme un poco al día con el blog, leer y descansar. En aquel momento nos informaron que la cuarentena sería desde el 18 de marzo hasta el 31 del mismo mes, y teniendo en cuenta esos datos planeé la reanudación de mi viaje y la posterior vuelta a Europa. Pero los casos seguían aumentando (aunque muy levemente) y llegó la primera extensión de la cuarentena por otros 15 días. Y después otros 15 más. Y ayer por la noche recibíamos la penosa noticia de que lo volvían a extender otros 15 días, en este caso hasta el 12 de Mayo.
Desde que comenzara este periplo de confinamiento, aunque duros, los primeros 30 días de cuarentena transcurrieron más o menos de forma normal. Invertí muchas horas en leer, conversar con los demás compañeros de países tan diferentes como Alemania o Bangladesh, y alguna que otra serie de Netflix como «The Blacklist» o «Death Note» también se llevaron muchas horas de entretenida existencia. Pero todo en exceso termina desgastando, y la última semana y media ha transcurrido con más pena que gloria.
La cuarentena impuesta en Malasia es similar a la de España. No se permite salir a pasear o hacer deporte en el parque, a riesgo de sanciones que van desde los 1.000 ringit (212€) hasta 6 meses de cárcel. Policías y militares patrullan constantemente la ciudad, con helicópteros incluidos, tratando de encontrar posibles «delincuentes» que anden por las calles. No se informa correctamente ni se apela a la responsabilidad ciudadana, sino que se le coartan hasta sus más elementales derechos y se le amedrenta a base de multas y penas de cárcel. Al contrario que otros países como Alemania o Inglaterra, que aún permiten salir a hacer deporte o despejarse (con conocimiento y responsabilidad) aquí la prioridad parece ser proteger la salud física del individuo, pero desatendiendo completamente cualquier necesidad mental o psicológica.
Y es lógico que algunos preguntéis: ¿Y cómo es que no te has vuelto todavía a España estando en esa situación? Pues sencillamente porque tanto yo, como casi nadie, no esperábamos que está situación se fuera a prolongar tanto. En el mes de febrero organicé la vuelta y compré un billete del avión que me llevaría a Alemania desde Singapur el 3 de junio. Al no cancelarse dicho vuelo, mis planes iniciales al comienzo de la cuarentena el 18 de marzo eran esperar los 15 o 30 días como máximo que durara la cuarentena para seguir viajando por Malasia casi un mes y entrar en Singapur a finales de mayo. Evidentemente a día de hoy, los planes no están yendo como yo esperaba, ni muchísimo menos. La situación se está tornando más confusa cada día que pasa y no me quedará más remedio que llamar a la embajada en los próximos días para organizar la vuelta lo más pronto posible, con lo que muy a mi pesar, la aventura que comenzó con tanta ilusión, está cerca de terminar, y no de la manera que yo tenía pensada precisamente 🙁
Pero no soy el único que está pasando por momentos complicados, ni muchísimo menos. En estos momentos, una gran parte de la población mundial está confinada, de una forma más o menos permisiva. Por eso he querido escribir este artículo y haceros partícipes del mismo invitándoos a que contéis vuestra experiencia de cuarentena en los comentarios o en las redes sociales (Facebook e Instagram), así entre todos podemos compartir nuestra experiencia y hacernos una idea de cómo la están sobrellevando los demás.
Por supuesto, en estos duros momentos que nos ha tocado vivir necesitamos esperanza y positividad, y es lo que más voy a valorar de vuestras experiencias. No obstante, sentíos completamente libres de desahogaros (como he hecho yo) con cualquier otra experiencia o sentimiento negativo -o no tan positivo- que hayáis tenido durante esta larga cuarentena que estamos pasando.
Por último deciros que muchísimas gracias por seguir leyéndome, ahora más que nunca, y muchos ánimos y abrazos desde Kuala Lumpur, capital de Malasia. Todo va a salir bien 🙂